Artur Mas ha comentado recientemente en una entrevista de La Vanguardia que en una hipotética “consulta al pueblo de Catalunya” él preguntaría: “¿Usted desea que Catalunya se convierta en un nuevo Estado de la UE?”.
La pregunta, comentaba un amigo, es “clara y sencilla”. “Clara”, entiendo, en el sentido que es fácil comprender qué se está preguntando. Y “sencilla” por su composición gramatical sin artificios ni palabras rebuscadas.
Pero hay un problema. Es una pregunta doble. Responder “sí” significa afirmar dos hechos: “deseo que Catalunya se convierta en un nuevo estado” y (en el sentido más lógico de la conjunción) “deseo que el nuevo estado pertenezca a la UE”.
Podríamos asumir que quien desea que Catalunya sea un nuevo estado pero no quiere que pertenezca a la UE responderá “no”. Y sería una buena asunción siempre y cuando las personas tomáramos una aproximación lógica y racional a estas cuestiones. El problemilla es que, como Antonio Damásio ya apuntó en su momento, los seres humanos no somos únicamente lógicos y racionales.
Los angloparlantes llaman a este tipo de preguntas “double-barreled”, en alusión a una escopeta de dos cañones que permite disparar dos cartuchos seguidos. Es una metáfora excelente, ya que me viene genial para no ser lógico ni racional y acabar con un vídeo que no tiene (casi) nada que ver con todo esto: una famosa y violenta escena de la película Martyrs, de Pascal Laugier, en honor al recién terminado cuadragésimo quinto Festival de Cine Fantástico de Sitges. Viewer discretion is advised.